Autor: Luis Fernando Arredondo Gómez
[Ejercicio académico realizado en Envigado durante diciembre del año 2002 para la materia Radio I, dictada por la profesora Alba Lía Medina Estrada, quien fuera redactora de RCN Radio Medellín y comunicadora del Metro de Medellín.]
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15 de septiembre de 2002 |
El fin de año nos llena a muchos de nostalgias de variada índole. Sin embargo, cualquier época del año es buena para reflexionar y sentir. Desde hace un buen rato (varios años) vengo extrañando al país del que hablan los himnos y los libros de historia que hacen referencia a Colombia, a su “independencia” y a sus “próceres”. Al respecto me aventuraría a afirmar:
1. Muy poca independencia quedó como producto de la triunfante campaña libertadora del siglo XIX.
2. Lo que tuvo lugar fue la instauración de una tiranía extranjera más eficaz y cruel en su explotación que la de la Corona española: la tiranía del capital.
3. Lo anterior ocurrió con la ayuda de un grupo de familias criollas pagadas con riquezas, lugares en la historia y poder local, quienes han mantenido engañada y sometida a la nación casi dos siglos.
4. Las empresas y sociedades anónimas que determinan la economía colombiana no tienen casi nada de nacionales, ni siquiera el papel que contiene sus actas de constitución y su expresión de buenas intenciones. Un indicio de lo anterior es que dichas intenciones solo quedan escritas, mientras sus medidas y presiones contra el pueblo demuestran que no albergan ningún dolor de patria.
5. Puedo estar equivocado en estas presunciones. Disculpen esta forma de ignorancia. La verdad es que en Colombia hay tanta independencia como nos atrevamos a tomar. En nuestro país hay libertad, derecho, instituciones y derecho propios. Absurdo tratar de tapar la realidad del sol con un dedo (julio 18 de 2023).
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María Victoria Jiménez y Jorge Carrasquilla |
Recientemente supimos que Caracol Radio había sido adquirida por el grupo económico Prisa, supuestamente español. Nos lo informó María Victoria Jiménez, la directora local de dicha emisora, durante la visita que hicimos a sus instalaciones. A ninguno de mis compañeros les extrañó ni les indignó el conocimiento de tal situación. Por el contrario les gusto, pues ellos crecieron con la “apertura económica”.
Lo que sí los cuestionó es lo restringido de las posibilidades de trabajar en esta cadena radial, que cuenta en Medellín con sólo doce periodistas y ni una sola vacante, como no sea las destinadas a los gratuitos practicantes, quienes luego de soportar por meses las draconianas condiciones del trabajo periodístico, al final sólo reciben una recomendación en papel membreteado.
A pesar de sus ocupaciones y responsabilidades, la directora nos proporcionó durante hora y media su pragmática visión del qué hacer radial. Nuestra anfitriona sumaba a su experiencia profesional un carácter carismático, una inteligencia detallista y una buena memoria. También me resulto evidente que no le era difícil ser cruel: vi su puño de hierro dentro del guante de terciopelo. Con él sostiene no sólo los hilos de Caracol Radio Medellín, sino también los de Radionet, en otra muestra clara de concentración de poder.
Con todo, ni la directora logra esconder tras el maquillaje su laborar fatigoso de dieciocho horas diarias, ni nosotros podemos resguardar nuestro anhelo de llegar a la posición profesional en la cual está ella. Por mi parte pienso que sus jefes sólo otorgan poder a quienes se les entregan sin condición ni repulsa, a quienes renuncian a sí mismos, a quienes consideran que el poder vale por sí mismo y lo justifica todo. No de otra forma pueden interpretarse la casi totalidad de opiniones de María Victoria, entre las que recuerdo especialmente las siguientes:
- Lo que conocemos como “opinión pública” no es más que el “consenso” que se da entre ciertas personas calificadas para opinar (todo el que presida una entidad pública o privada relevante) respecto a los temas y conforme a los parámetros que dan las grandes cadenas de comunicación.
- La objetividad (la verdad) en los medios de comunicación está determinada por el enfoque que su director le dé a los temas escogidos como noticia. La libertad del periodista para informar está limitada en la práctica por tales lineamientos. Así, quien realiza tales determinaciones en Caracol Radio es Darío Arismendi Posada (un periodista bastante cuestionado, agrego yo).
- Las condiciones que en los medios de comunicación determinan el “maquillaje” que se le da a toda noticia, está relacionado con los intereses económicos o políticos de la empresa, y con las simpatías u odios de sus directores. Así, respecto a los anunciantes, amigos o “familiares” de la empresa, sólo se transmiten noticias positivas, que hablen bien de ellos, o se maquillan las que son ligeramente negativas. Las que son totalmente escandalosas pueden “olvidarse”.
- Al “pueblo pueblo” lo que más le gusta son la ramplonería y la sangre, y eso es lo que recibirían en dicha emisora.
Pese a todo lo anterior, me gustó mucho la visita a Caracol Radio. Se nos trató muy bien y hasta se nos regaló uno de los discos compactos editado por dicha emisora para sus amigos, como obsequio de fin de año. Caracol Radio es la mejor estación radial de nuestro país, llena de periodistas muy esforzados, comprometidos y objetivos. Diariamente escucho la emisora de noticias (julio de 2023).